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Guatemala, Evaluación conjunta de la entrega de Alimento Complementario Fortificado desde 2020 hasta 2022

https://docs.wfp.org/api/documents/WFP-0000152026/download/
La evaluación intermedia de la Entrega de Alimento Complementario Fortificado (ACF) en Guatemala (Nutriniños) durante el periodo 2020-2022 fue promovida conjuntamente por el Ministerio de Desarrollo Social (MIDES), el Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social (MSPAS), la Secretaría de Seguridad Alimentaria y Nutricional de la Presidencia (SESAN) y el Programa Mundial de Alimentos (PMA), con el triple propósito de obtener aprendizajes, rendir cuentas a las partes interesadas y orientar el diseño de un futuro programa que dé continuidad a la iniciativa actual.

La evaluación combinó tres enfoques (evaluación centrada en el uso, enfoque orientado por la teoría y evaluación basada en criterios) y respondió a cinco preguntas, utilizando métodos mixtos (técnicas cuantitativas y cualitativas) y talleres participativos.

Se buscó responder a las siguientes preguntas clave:

  1. ¿En qué medida Nutriniños mantiene coherencia con las principales políticas y estrategias de prevención de desnutrición e igualdad de género por parte de MIDES, MSPAS, SESAN y del PMA y del Gobierno de Guatemala en general?
  2. ¿En qué medida se ha proporcionado asistencia de manera diferenciada en áreas geográficas y grupos de poblaciones priorizados, de acuerdo a sus necesidades y a demanda del MSPAS e instancias locales?
  3. ¿Cuáles son los resultados que ha obtenido la entrega de ACF con respecto a su población meta?
  4. ¿En qué medida la colaboración y coordinación entre las cuatro instituciones a los diferentes niveles fue eficiente y oportuna?
  5. ¿Hasta qué punto las perspectivas de género e inclusión fueron integradas en la planificación, ejecución y monitoreo del ACF?

Las principales conclusiones de la evaluación fueron:

Nutriniños es coherente con las políticas nacionales de nutrición, pero no con las de igualdad de género. En su formulación no se han incorporado los aprendizajes derivados de experiencias de ACF anteriores, ni se ha realizado un proceso de diseño como tal.

Aunque se han identificado esfuerzos para resolver los retos a los cuales se enfrentó la cadena de suministro (en el transporte, por ejemplo), también fueron identificados temas estructurales y desafíos que necesitan más tiempo y recursos para ser abordados (retos en la distribución a la población).

La asistencia se ha ajustado a las demandas del MSPAS (en oportunidad, cantidad y calidad), que se formulan según la capacidad instalada y la población que ya es usuaria del establecimiento de salud, pero son inferiores a las necesidades existentes. El alcance del ACF también queda limitado por las capacidades del personal, que se encuentra sobrecargado y con dificultades para realizar la labor de consejería.

La asistencia se ha prestado de manera diferenciada en áreas geográficas y grupos poblacionales priorizados, aunque existen grupos específicos que quedan fuera de su alcance, en particular, las personas que viven en comunidades más alejadas. Los padres no participan en esta actividad, por lo que la responsabilidad de recoger el alimento recae sobre las madres.

El producto es aceptado por las familias, y el personal de salud y las madres perciben efectos positivos en la ganancia de peso de niños y niñas y en el mejoramiento del acceso a alimentos de las familias de menores recursos. Sin embargo, sus efectos en el estado nutricional se ven disminuidos por diferentes factores: insuficiencia en el número de raciones entregadas en comparación con los lineamientos del uso del ACF, forma de preparación y uso del alimento determinado por preferencias culturales, o por la persistencia de factores subyacentes causales de desnutrición.

A nivel central, la colaboración y coordinación entre instituciones ha sido buena. En los territorios, la coordinación no suele funcionar y con frecuencia las relaciones interinstitucionales están deterioradas. La comunicación entre los niveles central y territorial es lenta y en ocasiones se interrumpe.

Las perspectivas de género e inclusión no han sido integradas en la formulación, en la ejecución ni en el monitoreo de Nutriniños. En los materiales generados la tarea de cuidado y alimentación de hijos e hijas recae en exclusiva sobre las madres, contribuyendo a perpetuar roles tradicionales de género. Las capacidades de género en las instituciones se encuentran limitadas, especialmente en el nivel de atención directa a la población.